4 empresarios de éxito que aplicaron la intuición en el trabajo
Vivimos en un entorno laboral donde impera la razón por encima de la intuición en el trabajo. Como dijo Albert Einstein, “La mente intuitiva es un regalo sagrado y la mente racional, un leal siervo, pero nuestra sociedad actual honra al siervo y se olvida por completo del regalo”.
Tomar una decisión o poner en marcha una nueva iniciativa requiere hoy día de numerosos informes y balances previos que acrediten, mediante datos fehacientes, la conveniencia de nuestras acciones. Pero ¿y qué hay del instinto?
El pensamiento intuitivo bebe de la información que, inconscientemente, llevamos acumulando en nuestro cerebro a lo largo de toda la vida. No se trata de azar, sino de un razonamiento interno del que no tenemos constancia, pero no por ello deja de ser eficaz.
De hecho, según la investigación Fast and effective: Intuitive processes in complex decisions de la Universidad de Tel Aviv, dirigida por el profesor Marius Usher, la intuición en el trabajo funciona en el 90% de los casos. Incluso Gerd Gigerenzer, autor de Gut Feelings: The Intelligence of the Unconscious, considera a la intuición como el grado más alto de inteligencia que posee el ser humano.
Bien lo saben los grandes líderes que han conseguido innovar en sus respectivos sectores gracias a su instinto, a esas corazonadas respecto a un nuevo producto o un nuevo proyecto. Al fin y al cabo, muchos de los grandes avances de la humanidad se deben a que alguien intuyó que esa descabellada idea podía funcionar.
Intuición en el trabajo: Ray Kroc
¿Qué hubiera pasado si Ray Kroc no hubiera aceptado la oferta de los hermanos McDonald para comprar su hamburguesería? Aunque sus asesores le insistieron en que el negocio no valía ese precio, el impulsor de la que se convirtió en la primera cadena de comida rápida del mundo siguió su intuición.
“Yo no era un jugador y no tenía ese tipo de dinero, pero mi instinto me impulsó”, aseguró Kroc.
“Cada vez nos estamos convirtiendo en menos expertos. Y la intuición tiene más valor que los datos que nos dan los analistas”. Rosalía Mera
Intuición en el trabajo: Masaru Ibuka
El cofundador de Sony aseguró en reiteradas ocasiones que seguía un ritual para tomar decisiones importantes: se preparaba un té y, si la bebida no le sentaba bien, entendía que debía desistir.
Puede parecer una superstición absurda, pero Masaru Ibuka se dejaba guiar por su intuición en el trabajo, dando preferencia a las emociones sobre la razón. “Confío en mis sensaciones y sé cómo trabajan. Mi mente no lo tendrá claro, pero mi cuerpo sí”, explicaba.
El sistema no le fue nada mal y, entre sorbo y sorbo, fue capaz de introducir en el mercado importantes innovaciones tales como el primer radiotransistor comercial, el walkman, la videograbadora casera, el CD (realizado junto con Philips) o la PlayStation.
“Es por la lógica que demostramos, pero por la intuición que descubrimos”. Henri Poincaré
Intuición en el trabajo: Franco Polti
Cuando Franco Polti escuchó la sugerencia de una clienta de crear un sistema de planchado profesional para uso doméstico, su mente racional le dijo que no era posible. Sin embargo, sintió un pálpito que le llevó a poner en marcha esta “loca idea”, ignorando las voces contrarias de compañeros, jefes y amigos.
“No permitas que el ruido de las opiniones ajenas silencie tu voz interior. Y, lo que es más importante, ten el coraje de hacer lo que te dicten tu corazón y tu intuición. De algún modo, ya sabes aquello en lo que realmente quieres convertirte”. Daniel Goleman
Nació así Vaporella, modificando los hábitos de vida de muchos ciudadanos. La empresa arrancó con 500 euros y cinco empleados en 1978. Cuatro décadas más tarde, Polti factura más de 100 millones de euros a nivel internacional y cuenta con una plantilla de 300 trabajadores.
“Mi vida es una suma de anécdotas basadas en la intuición. Te pueden tachar de loco, pero para triunfar, yo creo que hay que soñar, tener coraje y, sobre todo, creer en lo que estás haciendo”, comentaba el emprendedor en una entrevista.
Intuición en el trabajo: Jonas Salk
Ahora bien, la intuición en el trabajo no se limita el campo de las empresas, sino que también la Ciencia necesita de esos pálpitos para avanzar. Por ejemplo, el investigador médico y virólogo Jonas Salk consiguió frenar la poliomielitis, el problema de salud pública más peligroso en los Estados Unidos tras la II Guerra Mundial, gracias a su invención de la vacuna.
Sin embargo, sin menospreciar su experiencia y conocimientos sobre su campo académico, el experto consideraba la intuición en el trabajo como una compañera más. “La intuición es mi socia. Me levanto cada mañana para ver qué nuevos regalos me tiene”, decía el facultativo.
“La matemática ha avanzado por aquellos que se distinguieron más por su intuición que por rigurosas pruebas”. Felix Klein
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