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Utiliza la clave del éxito en la empresa: La inteligencia social

Utiliza la clave del éxito en la empresa: La inteligencia social

Tabla de contenidos

La ausencia de inteligencia social en una empresa puede ser la raíz de muchos de los problemas que se presentan. Desde un trabajador desmotivado debido al estilo de liderazgo autocrático de su superior hasta un fallo en la cadena de producción debido a la falta de comunicación entre los profesionales, son algunos ejemplos de los problemas que pueden surgir.

Utiliza la clave del éxito en la empresa: La inteligencia social

En el pasado, se creía que las emociones no tenían lugar en el entorno laboral y que debían ser ignoradas en el lugar de trabajo. Sin embargo, los estudios e investigaciones han demostrado que la correcta gestión emocional del capital humano es la clave para lograr el éxito de una organización.

Es por eso que hoy en día se reconoce la importancia de desarrollar la inteligencia social en la empresa. La inteligencia social se refiere a la capacidad de una persona para comprender y manejar las emociones de los demás, lo que incluye la empatía, la conciencia emocional y la habilidad para comunicarse de manera efectiva.

Al fomentar la inteligencia social en la empresa, los líderes y los trabajadores pueden trabajar juntos de manera más efectiva y colaborativa. La comunicación se vuelve más abierta y efectiva, lo que permite resolver los problemas de manera más rápida y eficiente. Además, los empleados se sienten más motivados y comprometidos con su trabajo cuando se les trata con respeto y se les da la oportunidad de expresar sus opiniones.

En resumen, la inteligencia social es esencial para el éxito de una empresa. Al desarrollarla, se pueden resolver muchos de los problemas que surgen en el lugar de trabajo y se puede crear un ambiente de trabajo más positivo y colaborativo.

¿Sabes qué es la inteligencia social?

La inteligencia social es un concepto que se ha desarrollado a lo largo del tiempo, desde su primera aparición en el libro Moral Principles of Education de John Dewey. En este texto, Dewey definió la inteligencia social como «el poder de observar y comprender situaciones sociales«. Desde entonces, numerosos investigadores han profundizado en el campo de la inteligencia social en la empresa.

Karl Albrecht, en su libro Inteligencia social: la nueva ciencia del éxito, describe la habilidad como «la capacidad de llevarse bien con los demás y conseguir que cooperen entre sí«. En el trabajo La Inteligencia Social de las Organizaciones: Desarrollando las Competencias Necesarias para el Ejercicio Efectivo de la Responsabilidad Social, Leonardo Schvarstein indica que se trata de «un conjunto de competencias necesarias para el cumplimiento de la responsabilidad social de las organizaciones».

Por otro lado, el trabajo Emotions and Social Intelligence: Jane Braaten and Antonio Damasio de Kaaren Williamsen y Gustavus Adolphus College sostiene que «la inteligencia social implica las destrezas y habilidades que intervienen en la creación y el mantenimiento de la comunidad«.

La inteligencia social, por lo tanto, se refiere a la capacidad de una persona para entender y manejar las situaciones sociales, lo que incluye la empatía, la conciencia emocional y la habilidad para comunicarse de manera efectiva. En el contexto empresarial, la inteligencia social es fundamental para el éxito de una empresa.

Los líderes con inteligencia social pueden inspirar y motivar a sus empleados, crear un ambiente de trabajo positivo y fomentar la colaboración. Además, al ser capaces de entender las necesidades y emociones de los demás, los líderes con inteligencia social pueden tomar decisiones más efectivas y tomar medidas para resolver los conflictos de manera productiva.

En conclusión, la inteligencia social es una habilidad importante para cualquier persona en el entorno empresarial. A través de una mejor comprensión de las necesidades y emociones de los demás, se puede fomentar la colaboración y crear un ambiente de trabajo positivo, lo que a su vez puede contribuir al éxito de una empresa.

Cómo se compone la inteligencia social

En el campo de la inteligencia social, es importante tener en cuenta que esta habilidad se compone de diversas destrezas y habilidades que permiten interactuar de manera efectiva con los demás en distintos contextos. Karl Albrecht, en su obra Inteligencia social: la nueva ciencia del éxito, propone un acrónimo llamado A.S.P.E.A.K. que engloba las seis dimensiones principales de la inteligencia: abstracta, social, práctica, emocional, estética y kinestésica.

En particular, la dimensión social es fundamental para la inteligencia social y se desglosa en tres componentes principales según Albrecht. En primer lugar, las habilidades sociales son un conjunto de competencias básicas para la vida y el liderazgo que incluyen las relaciones, la presencia, la autenticidad, la claridad y la empatía. Estas habilidades son clave para establecer vínculos efectivos con otras personas y contextos, y para comportarse de manera honesta e integra con uno mismo y los demás.

En segundo lugar, la apreciación personal se refiere a cómo los demás pueden ver a la persona y cómo esta influye en ellos. Es importante tener en cuenta que la forma en que nos perciben los demás puede afectar nuestra capacidad de relacionarnos y liderar de manera efectiva.

Por último, el estilo de interacción hace referencia a la manera en que nos relacionamos con nosotros mismos y con los demás. Este componente es esencial para establecer vínculos efectivos y lograr objetivos comunes en cualquier contexto social.

En conclusión, la inteligencia social es una habilidad clave en el mundo laboral y empresarial, ya que permite interactuar de manera efectiva con los demás en diferentes contextos y lograr objetivos comunes. Para desarrollarla, es importante trabajar en distintas destrezas y habilidades, como las habilidades sociales, la apreciación personal y el estilo de interacción, tal y como propone Karl Albrecht en su obra.

Cuan importante es la inteligencia social hoy en día

En la actualidad, la inteligencia social en la empresa ha adquirido gran importancia y se ha convertido en un objetivo prioritario para los líderes. Ya desde principios del siglo XX, John Dewey y otros investigadores comenzaron a interesarse por esta habilidad y sus aplicaciones en el ámbito laboral. De hecho, como señala Thorndike en su artículo de 1920, La inteligencia y sus usos, la falta de inteligencia social puede convertir a un buen mecánico en el peor de los supervisores.

Por otro lado, las emociones y los comportamientos asociados a ellas son un motor de acción que puede influir positiva o negativamente en la organización. Como indica Virginia Tardito en su libro Inteligencia Social en las organizaciones, estas características pueden ser favorables o adversas para el crecimiento de la empresa.

En este sentido, una organización con una alta inteligencia social puede mantener relaciones interpersonales positivas y, según Leonardo Schvarstein en su obra La Inteligencia Social de las Organizaciones: Desarrollando las Competencias Necesarias para el Ejercicio Efectivo de la Responsabilidad Social, estar más capacitada para establecer principios y estrategias básicas que satisfagan las necesidades sociales básicas de sus integrantes. De esta forma, se puede facilitar la implementación de agendas de gestión que promuevan el bienestar y la productividad de los empleados.

En el ámbito empresarial, la inteligencia social se ha convertido en una herramienta fundamental para los líderes y futuros administradores. En este sentido, Luis Felipe Triana y Luis G. Forero, en su ensayo «Inteligencia social: una aproximación desde la gestión de la organización«, destacan la importancia de esta habilidad para lograr empresas socialmente inteligentes y exitosas.

En cuanto al talento humano, la inteligencia social puede contribuir a disminuir la rotación de personal y mejorar el clima organizacional. Además, puede fomentar la cooperación, el sentido de pertenencia y orgullo por la empresa, la sensibilidad, el liderazgo por valores y el compromiso.

Por otra parte, la inteligencia social también puede tener un impacto positivo en la imagen corporativa y la relación con los clientes externos. Se puede fomentar el pensamiento complejo, la inclusión social, la filantropía, la concienciación propia y la mejora de las relaciones con los stakeholders.

En términos financieros, la inteligencia social puede contribuir al aumento de los beneficios económicos y a la potenciación del desarrollo sostenible. También puede consolidar los resultados a largo plazo, lo que contribuye a la estabilidad financiera de la empresa.

En definitiva, la inteligencia social puede ser una herramienta valiosa para lograr una gestión empresarial más eficiente y efectiva, en la que se puedan maximizar los beneficios económicos, mientras se promueven valores como la cooperación, el compromiso y la responsabilidad social.

¿Cómo trabajar la inteligencia social en la empresa?

Daniel Goleman, en su obra «Inteligencia Social», identifica ocho elementos esenciales que las empresas deben fomentar para desarrollar y potenciar la inteligencia social dentro de sus estructuras organizacionales.

  1. El primero de ellos es la «empatía primordial«, la capacidad de detectar y comprender las expresiones emocionales de los demás. Esta habilidad es esencial para entender y conectar con los demás, y se convierte en un factor clave para el liderazgo efectivo.
  2. La «sintonía» es otro de los elementos descritos por Goleman. Esta habilidad consiste en prestar atención a la otra persona a través de una escucha activa y completa. La sintonía es fundamental para establecer relaciones de confianza y mejorar la comunicación.
  3. El tercer elemento es la «exactitud empática«. Se trata de la capacidad de comprender los motivos detrás de los sentimientos detectados a través de la empatía primordial y la sintonía. Esta habilidad es fundamental para interpretar de manera adecuada las situaciones emocionales complejas y actuar en consecuencia.
  4. La «cognición social» es otro elemento descrito por Goleman, y se refiere al conocimiento de las reglas que rigen el funcionamiento de un grupo. Esta habilidad permite a las empresas entender cómo funciona la dinámica interna de sus equipos y fomentar la cooperación.
  5. La «sincronía» es la habilidad de interpretar rápidamente los signos no verbales y aquella información que agiliza la interacción, promoviendo preguntas y respuestas. Esto permite a las empresas comprender las necesidades de sus empleados y clientes de manera más efectiva.
  6. La «presentación personal» es otra habilidad que las empresas deben fomentar, ya que consiste en transmitir la impresión adecuada de uno mismo según las circunstancias. Esta habilidad es fundamental para establecer relaciones de confianza y credibilidad.
  7. La «influencia» es la habilidad de causar una impresión favorable en los demás y despertar calidez y confianza. Esta habilidad es esencial para el liderazgo y la capacidad de persuasión.
  8. Por último, el «interés por los demás» refleja la motivación en la comunicación, en los mensajes, en el receptor y en el resultado de la interacción. Esta habilidad permite a las empresas comprender y satisfacer las necesidades de sus empleados y clientes de manera efectiva.

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Enric Francesc Oliveras

Director de proyectos y sueños en el siete, siempre innovando y trabajando para traer ideas nuevas y crear nuevas oportunidades de desarrollo.

Formador, consultor y coach consultor para el desarrollo de estrategías de gestión empresarial, tanto a nivel de marketing, como de evolución de las habilidades blandas, líderazgo y comunicación tanto personal como laboral

Trabaja ayudando a las personas a definir e implantar modelos de crecimiento personal y empresarial.

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