Dos cabezas piensan mejor que una. Esta máxima, aplicada al mundo empresarial, se traduce en que la puesta en común del talento de todo el capital humano de una organización producirá mejores resultados que la conjunción de las capacidades de unos pocos. Pero, ¿cómo podemos detectar ideas con potencial en el seno de la empresa?
La importancia de democratizar la innovación
Democratizando la innovación hasta ahora, muchas compañías han considerado que las nuevas líneas de acción o proyectos de innovación debían nacer de la Dirección, pensando erróneamente que era la C-Suite la única competente para idear propuestas de mejora del negocio y que los empleados debían limitarse a ejecutarlas. A lo sumo, hemos visto casos en los que esta tarea se encargaba a un comité de expertos de i+D, responsables de impulsar la innovación dentro de la organización.
Sin embargo, como afirman Rob Goffee y Gareth Jones, profesores de la London Business School y autores de Why Should Anyone Work Here?: What It Takes to Create an Authentic Organization, lo que determina en mayor medida el éxito de una empresa es “la gente inteligente, los empleados cuyos conocimientos y habilidades permiten aportar un valor añadido gigantesco a la compañía”.
Ahora bien, el principal problema para poner el talento al servicio de las empresas es que la excesiva jerarquización de algunas compañías, especialmente aquellas más grandes, asfixia la creatividad, impidiendo detectar ideas con potencial provenientes de los trabajadores. Por ello, como señala Juan Llobell en el artículo Cómo evitar que ‘mueran’ las ideas brillantes de los empleados, los líderes empresariales deben apostar por “democratizar la creatividad”, es decir, dirigir el sistema ‘de pensamiento’ hacia un enfoque de innovación más participativo, e incluso anárquico.
Se trata, en definitiva, de que abramos la posibilidad a que las propuestas de mejora provengan de cualquier lugar de la organización, independientemente de la posición jerárquica del profesional. “El que cada empleado conozca su oficio mejor que nadie es ya un hecho lo suficientemente importante como para prestar atención a lo que dicen, y usarlo para mejorar los procesos y tareas que se llevan a cabo en sus respectivas áreas, o en otras de las cuales estos tienen una gran dependencia”, sostiene David Gómez en 3 formas de aprovechar al máximo el conocimiento de los empleados en las organizaciones.
Además, no debemos olvidar que, junto a las obvias ventajas de poder detectar ideas con potencial del personal para sobresalir en un entorno altamente competitivo, estas iniciativas también contribuyen a potenciar la satisfacción e implicación de los trabajadores, pues como señala Hays, esta autonomía para desarrollar y compartir sus ideas es uno de los cinco factores que más motivan a los empleados.
Ejemplos de éxito al detectar ideas con potencial
Un exitoso caso de esta apertura creativa es el programa Ideas de Mejora de Seat. La fabricante automovilística consiguió en 2017 un ahorro de 12,6 millones de euros gracias a las 11.200 propuestas aportadas por sus propios empleados. Así, por ejemplo, un trabajador de la cadena de montaje fue el responsable de diseñar un sistema para la aplicación de los adhesivos de sellado de los cristales compatible con las dos versiones del Seat Ibiza, evitando que la compañía tuviera que invertir en una nueva instalación mientras ambos modelos coexistían en la fábrica.
En Google también llevan años implicando a sus trabajadores en los procesos de innovación a través de una política laboral que permite a los empleados dedicar un 20% de su jornada al desarrollo de nuevas ideas. Lo mismo ocurre en la empresa 3M, donde la plantilla destina un 15% de su horario de trabajo a este cometido creativo.
Pautas para implementar iniciativas de fomento del talento
No obstante, para que esta democratización de la innovación sea efectiva, no basta con que diseñemos programas de intraemprendimiento, organicemos concursos de ideas, activemos un buzón de sugerencias o llevemos a cabo actividades de teambuiling y reuniones periódicas, sino que es importante crear una cultura participativa que favorezca que las ideas fluyan.
En este sentido, en el artículo Así pueden mejorar tu empresa las sugerencias de los empleados, de Emprendedores, nos aportan las claves para conseguirlo:
- Definir las reglas del juego: los trabajadores deben conocer cuáles son los objetivos de la compañía y qué iniciativas son más apropiadas, así como las vías en las que pueden trasladar sus propuestas.
- Extender la participación a toda la empresa: no debemos caer en el error de centrar la atención en aquellos departamentos cuyo trabajo tiene un impacto más notable –o cuantificable- en la mejora de la organización, sino que hay que involucrar a todos los departamentos, pues cualquier área es susceptible de mejoras.
- Ser transparentes en la evaluación: es esencial para detectar ideas con potencial elaborar un protocolo de evaluación de los diferentes proyectos presentados, en el que fijemos los parámetros que vamos a tener en cuenta para valorar la viabilidad o no de las iniciativas.
- Reconocer las buenas ideas: para mantener el espíritu creativo de los equipos, la empresa debe poner en valor este esfuerzo mediante la aplicación de incentivos y reconocimientos.
- Mantener una comunicación constante: del mismo modo, el hecho de mantener a la plantilla informada sobre los avances hechos por los compañeros y cómo están beneficiando a la empresa sirve de revulsivo para el capital humano.
- Realizar una revisión del programa: sea cual sea su formato, todo programa tendente a detectar ideas con potencial de los empleados debe someterse a una revisión periódica en la que podamos localizar fallos y lagunas y optimizar la herramienta.
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