El nuevo plan anticrisis que el Consejo de Ministros ha aprobado este sábado el Real Decreto-ley 11/2022, de 25 de junio, por el que se adoptan y se prorrogan determinadas medidas para responder a las consecuencias económicas y sociales de la guerra en Ucrania, para hacer frente a situaciones de vulnerabilidad social y económica, y para la recuperación económica y social de la isla de La Palma.
Prorrogan y aprueban medidas del plan anticrisis como:
- Descuento de 20 céntimos por litro en los carburantes
- Subida de un 15% del ingreso mínimo vital
- Limitación del 2% en la renovación de los alquileres
- IVA reducido al 4% de las mascarillas quirúrgicas
- Prohibición de los cortes de suministros básicos para familias vulnerables
- Prohibición de despedir para empresas que estén recibiendo alguna ayuda o subvención que provenga de fondos públicos
- Reducción del abono de transporte público
- Rebaja del IVA de la factura eléctrica. Ya se había rebajado del 21% al 10% y ahora pasará del 10% al 5%
- Aumento del 15 % en las pensiones de jubilación e invalidez no contributivas, que se traducirá en 60 euros mensuales más
- Ayuda de 200 euros a personas con rentas bajas. Con este cheque directo de 200 euros el Gobierno pretende paliar de alguna forma la pérdida de poder adquisitivo que provocada por la inflación de los precios
¿Quién puede solicitar la ayuda de 200 euros?
La podrán solicitar trabajadores dados de alta en la Seguridad Social y desempleados inscritos como demandantes de empleo, siempre que cumplan los siguientes requisitos:
- Tener residencia legal en España actualmente y en el último año.
- Ingresos inferiores a 14.000 euros anuales en 2021.
- Tener un patrimonio inferior a 43.196,4 euros.
Esta ayuda de 200 euros no será compatible con el Ingreso Mínimo Vital.
La solicitud de la ayuda se presentará en la sede electrónica de la Agencia Tributaria y el plazo finaliza el 30 de septiembre de 2022.
¿Son suficientes estas medidas anticrisis?
Aunque toda ayuda es bien recibida, consideramos un parche temporal este plan anticrisis para paliar la coyuntura económica derivada de la crisis y la escalada de precios.
Entendemos que problemas como el incremento del precio de los combustibles es un problema global que afecta a todos los países y sectores de la economía, pero la medida propuesta por el Gobierno de descuento de 20 céntimos por litro en los carburantes no es suficiente para hacer frente a la inflación tan disparada que tenemos, ya que el consumidor prácticamente nota ese descuento en la factura con el precio tan elevado al que está la gasolina y sin parar de subir.
Otras iniciativas como la subida extraordinaria del 15% en la prestación del Ingreso Mínimo Vital (IMV) o el cheque de 200 euros no contribuyen tanto en la reducción de la inflación, sino en el aumento de la renta de las familias más vulnerables. Medida que se queda corta y también es importante tener en cuenta que gran parte de la población, que por suerte no se encuentra en situación de vulnerabilidad, sufre una importante minoración de su capacidad económica, la pobreza aumenta al tener en cuenta el coste de la vida, con los efectos que esto provoca en la economía.
Por tanto, habrá que esperar para ver si estas medidas aprobadas por el Gobierno sirven realmente para contener la inflación o por el contrario va a seguir subiendo.
¿Cuáles son las previsiones del Gobierno?
A falta de ver el impacto que las nuevas medidas, unas medidas que en su mayoría ya estaban vigentes y únicamente se amplían más allá de junio, tendrán en la escalada de los precios, el Gobierno baraja una subida de la inflación si el plan anticrisis fracasa.
El Gobierno insiste en que sin estas medidas, la inflación situada en el 8,7% en mayo podría haberse elevado hasta tasas cercanas a los 14 o 15 puntos. Ahora se calcula que el conjunto de las medidas, tanto las ya existentes y ahora prorrogadas como las nuevas, contendrán el alza de los precios.
¿Qué se puede esperar de esta situación?
Parece que el único plan que se puede tener es esperar que esta crisis escampe. Familias y empresas llevamos meses adaptándonos a la nueva situación, con miedo a que se afiancen las subidas de precios y poniendo la vista en prepararse para afrontar un otoño-invierno complicado, ya que la previsión para los próximos años es complicada debido a que no hay ninguna medida que ataque al origen de la inflación, sino a sus consecuencias.
Porque, además, tenemos el problema del estancamiento de los salarios. Una temporada sin inflación ha hecho que nos olvidemos de las actualizaciones de los salarios. Esto provoca que si los precios no suben y hay crecimiento económico, los acuerdos patronal-sindicatos son más sencillos, pero en la situación actual en la que nos encontramos los sindicatos y trabajadores no aguantarán mucho más sin exigir subidas salariales que compensen el encarecimiento del coste de la vida. Por el otro lado nos encontramos a los empresarios que también se encuentran en una difícil situación, ya que el incremento de sus precios no se debe a mayor margen empresarial, sino a aumento de materias primas, costes de producción, etc., por lo que su margen para incrementar los costes laborales en la mayoría de los casos es muy limitado.
En conclusión, confiamos en que este plan anticrisis no agudice la crisis en la que estamos inmersos, cojamos impulso para hacer un último esfuerzo y veamos la luz al final del túnel, que esta crisis la superaremos igual que las anteriores que ya hemos vivido.